Descripción de una puerta corredera automática (los números hacen referencia a las piezas numeradas en el diseño de abajo):

Partimos del movimiento de rotación de un motor de continua (9) conectado a una pila de 4´5 voltios o a una fuente de alimentación. El motor se sujeta con una abrazadera o de la manera que se diseñe. El giro del eje del motor se trans mite a una polea (4) a través de una gomilla o correa (10). El eje de la polea es una varilla roscada M-4 (7) dispuesto de tal forma que giran ambas solidarias. Para ello colocamos a ambos lados de la polea una tuerca M-4 y una arandela para proteger la superficie de la polea (11 y 12). Para sostener la varilla en posición horizontal, se han colocado dos soportes de madera (5) pegados a la pared. Estos soportes tienen un hueco para que pase la varilla, y, a fin de disminuir el rozamiento, el hueco aloja una tuerca sin rosca un trozo de tubo de cobre de diámetro interior 4mm.

Para el movimiento de la puerta (3), utilizamos otra pieza de madera (6), pegada a ella, con una tuerca M-4 en su interior. Ésta, a diferencia de las otras, tiene la rosca interior, y sirve para transformar el movimiento de rotación de la varilla en un movimiento lineal que hace desplazar longitudinalmente a la tuerca y, por tanto, a la puerta.

La puerta se cerrará o abrirá dependiendo del sentido de giro de la varilla, o sea, del motor.

Para evitar que la puerta vibre mucho en su desplazamiento pueden hacerse unas guías por el suelo, ya sean mediante ranuras o usando listones pequeños. Se deja libertad para resolver este tema.

Finalmente, para que no se produzca un desplazamiento lateral de la varilla durante el giro, hemos dispuesto tuerca y contratuerca en los extremos de la misma.